Bonjour, Dior!

Hace ya algunos ayeres, cuando empezaba a fascinarme con la moda, me gustaba ir a la sección de corners de lujo en el Palacio de Hierro de Perisur. Pasaba una o dos horas caminando entre esa pequeña área, viendo los desfiles que proyectaban en video una y otra vez y de vez en cuando, asomándome tímidamente para ver las cosas que tenían exhibidas. En este entonces existían los corners de Chanel y de Dior, a los que iba cada que podía.

Tuvieron que pasar 6 años para que pudiera asomarme sin miedo a Dior, porque acaban de inaugurar su nuevo espacio en Perisur y, para que mis recuerdos trascendieran, me asomé al lugar y me llevé a mi amiga Charline Chávez para que registrara todo con fotos.

Unos días antes, Juan P y yo vagamos por Santa Fe y descubrimos el logo de Dior en un rincón escondido del Palacio de Hierro. Amablemente nos atendieron Carola y Alejandra, quienes, con una paciencia infinita y gran atención a nuestra comodidad nos explicaron los detalles más lindos sobre los productos de la casa (hasta el momento serán accesorios, luego traerán ropa y quizá Dior Homme).  Y, aunque tiene decenas de miles de requisitos, podría ser que se encargue Alta Costura en una boutique, pero por la naturaleza del gremio, no me hablaron mucho del tema.

Por ejemplo, esta hermosa bolsa tiene un olor especial (descubrí que la piel de cordero es tan sutil que debería encapsularse) y el sonido de sus cadenas lo hicieron una de mis favoritas.

(Y éste es su versión en color crema. Me contaron Carola y Alejandra que el color de las cadenas fue escogido para que combinara con accesorios dorados y plateados sin que las clientas tuvieran un problema para combinarlas).

Después de la aventura por la que pasó Raf Simons para ser escogido y las tribulaciones que vivieron en la casa desde el año pasado, se tomó un ritmo distinto en los accesorios. Ahora se busca la discreción y se recuperan motivos como el acolchado (el cual se inspira en una silla de rattan), los óvalos (inspirados en los muebles Luis XVI de la Avenue Montaigne), y algunos amuletos colocados de manera muy discreta en los accesorios.

Christian Dior era una persona muy supersticiosa: consultaba adivinas, creía en las señales y amuletos como los tréboles y las estrellas. De hecho, la única vez en la que no hizo caso a las predicciones de su adivina de cabecera fue cuando viajó a Italia, donde murió de un infarto. Impresionante, ¿verdad?

De ahí viene, por ejemplo, la obsesión por el plateado: días antes de su primer desfile en 1947, estaba preocupado a pesar del éxito que le habían vaticinado las adivinas que consultó (todas mujeres, por cierto). Una de ellas incluso le había predicho que su amor por las mujeres lo iba a volver exitoso, pero seguía con dudas.

El punto es que iba caminando sobre la Avenue Montaigne y, según me contó Alejandra, encontró una gran estrella plateada. Se detuvo un instante y decidió no temer al fracaso. Después de todo, la colección fue un gran éxito y cimentó su fama.

Después de esta pequeña lección de historia, sigamos con los pañuelos, pintados a mano y hechos con una seda especial proveniente de Brasil. Es un poco difícil describirlos en poco espacio pero al soltarlos en el aire, recogen un poco de éste antes de caer lentamente.

Y llegamos a los lentes. Hace tiempo, los modelos de Dior abarcaban media cara y estaban hechos de un material reflejante. En esta ocasión, los diseños son más sobrios y buscan quedarse más en los accesorios preferidos. Yo ya escogí a mis favoritos.

A pesar de que se encuentra cierta reticencia a hablar sobre John Galliano (de hecho se le menciona en voz baja), en la inauguración escuché que la marca planeaba regresar a sus raíces clásicas desde 2010, por lo que buscaron reintroducir el bolso Lady Dior, el cual comenzó a tener éxito desde mediados de los 90.

El bolso es lindo y es un respiro entre tanta logomanía que vemos en muchas de las calles elegantes de aquí, por lo que espero que se abra paso entre ellas. Y, regresando al tema de los amuletos, el nombre de la marca está colocado estratégicamente para darle suerte a la usuaria.

Una muy sonriente Carola con su vestido Dior

Detalle del vestido

Y ya, es todo. ¿Qué les parece?