martes, 6 de enero de 2009

El ataque de los clones

new rave 2 Pictures, Images and Photos

Están aquí, en todas partes. Salgo esta mañana para cazar rebajas y los veo, grupos de tres, cinco, siete. Todos iguales.

Hace dos años no eran nadie, tal vez esperaron toda su vida este momento. A lo mejor sus madres se quejaban de esos rizos que ahora los hacen ver tan 'in', de su delgadez extrema -la cual no debería criticar, pero de todos modos lo hago- y esa postura que mira hacia el suelo. Hace 7 años habrían sido ridiculizados en las calles por usar esas hoodies tan pequeñas, esas camisetas estrambóticas y los pantalones que cortan cualquier función testicular. Creo que les hubiera agradado más verlos con tacones.

Son camaleones que abandonaron a los emo cuando esto dejó de ser divertido y atascaron su guardarropa de color. Adoran la estética de los 80 masticada por la industria cultural (por cierto, ¿por qué no son fans de los años 60 o de algo más significativo para ellos en particular?) Ahora creen que la moda es cool y las tiendas onda H&M y Zara son sus deidades. ¿La música? Bandas que estén en la 'escena'. MGMT y Boyz noize (o como se escriba, y por cierto, no es nada personal contra los fans de ambos) Tal vez abandonaron a lo indie cuando dejó de ser cool y redujeron las tallas de sus ropas. Tal vez se abandonaron a sí mismos. O se entregaron a una masificación disfrazada de individualidad que al final los volvió un rebaño de new ravers.

Y los clones adaptan sus cuerpos y sus mentes para recibir las nuevas modas. Antes eran musculosos y rudos, después pasaron a tener cuerpos saludables y tranquilos y ahora son figuras angulosas e hiperactivas que hacen palidecer a Twiggy. Y lo peor es que cada día aparecen como hormigas debajo de una roca. Son fashion victims.

Y es cuando la moda se vuelve un tema infumable porque los clones creen que tener estilo es copiar al aparador, como mucha gente de otros rebaños. Creen que son cool por mezclar colores como les viene en gana. Creen que revolucionan la moda. Aunque bueno, tienen 17, 18 años y creen que eso durará.

Me niego a ser un clon. Conservaré mi estilo aunque al lado de ellos parezca un viejo. Y es que el ser uno mismo es delicioso.

PD: Admito que Calvin Harris, mi más reciente gusto musical, tiene algo de new raver, pero hay algo en él que me llama la atención, creo que da para más. Y sí, también me gustan Justice y Digitalism, lo que prueba que no soy tan inmune a esa moda.

6 comentarios:

EDUARDO dijo...

ugg no sabes que asco me dan , esos colores, esos lentes, ascoo, yo uso ropa de zara y h&m y soy muy delgado y uso ropa muy pegada pero es q en ellos todo esta mal!!!

EDUARDO dijo...

odio el new rave! odio a agyness , y odio a todos esos que cren q les gusta la moda! un no masivo a las palestinas!

Ald0rad0 dijo...

Eduardo:

Por mucho que defienda el uso del color y la experimentación, debo decir que ellos no saben NADA de moda. No tienen un estilo propio, son clones. Y mañana se irán, espero.

Agyness me parece un poc insoportable pero tiene actitud, aunque decenas de modelso son mejores que ella. De las palestinas... qué te puedo decir, los new ravers no saben de dónde vienen. Yo las vi primero en 2005 y entraron a mi wishlist, y cuando vi el show de Balenciaga las amé. Pero nunca pude encontrar una original. Y en la primavera del año pasado compré una pashmina de rayón hecha en la India que ahora se ve mil veces más original que las palestinas que todos traen.

Espro que en cinco años todos repudien ese estilo (lo acpeto, me compré una vez unos pantalones superpegados, pero nunca los uso).

Anónimo dijo...

Bien dicho!!!!!!!!
El estilo es todo y mientras no lo traiciones la moda será siempre un divertimento del alma... siempre...

También me gusta Justice... ¿y qué?

Doublecloth dijo...

Todo es formar parte del grupo, pero es curioso como se pasa de ser normalito o más bien fuera de todo a lo más guay. Las modas son curiosas, la verdad.

Un beso

Ald0rad0 dijo...

Diable: traicionar a la moda jaás... ni traicionar al estilo.

saludos

doublecloth: sí, en definitiva. Ese deseo de pertenencia los invita a abrazar cosas que no precisamente son de su agrado.

saludos